Por ende, todos debemos estar preparados y adecuarnos para este nuevo panorama, asumiendo que la situación actual lejos de ser pasajera se extenderá por lo menos hasta finales del 2021, donde el gran reto es incluso la misma sostenibilidad y sobrevivencia de las empresas, por lo cual las organizaciones necesariamente deben reaccionar ágilmente para mantenerse competitivas y vigentes en un escenario donde no va a ser fácil volver a ese mercado eficiente de oferta y demanda que veníamos acostumbrados. Es el de validar el modelo de negocios, los procesos, diversificar canales de ventas, muchos de ellos no explorados, encontrando nuevas alternativas que den cara a la crisis, nuevas oportunidades de crecimiento, mantenimiento y generación de empleo y, lo importante, la permanencia en el mercado.

Con todo este panorama una muy buena opción es permanecer flexibles, adaptando su negocio a las necesidades actuales de incertidumbre y cambio constante, para lo cual es indispensable redefinir su estructura organizacional, buscando mayor agilidad y productividad.

En el escenario actual una opción que le permite aumentar la flexibilidad laboral son las soluciones ofrecidas en el sector temporal que le permite, transformar sus costos fijos de personal, en variables, ajustando su estructura rápidamente a las necesidades que se vayan presentando a lo largo de esta crisis.